No creo tener la verdad absoluta ni me creo un santo, pero es lo que pienso:
- De nada sirve asistir a la procesión del Domingo de Ramos, si después de la misma te vas a seguir a los mismos ídolos de siempre, como el dinero, el placer, el fútbol...
- De nada sirve asistir al lavatorio de pies (signo de perdón) el jueves santo, si al salir sigues peleado con tu hermano/cónyuge/amigo/padre/madre...
- De nada sirve asistir al vía-crucis el viernes santo, si al salir te vas de fiesta, la playa o cualquier lugar, a beber y emborracharte.
- De nada sirve dejar de comer carne (la idea en sí no es solo la carne) si te empachas de pescados y mariscos que cuestan muchísimo más.
- De nada sirve celebrar la pascua de resurrección (no la pascua con huevos como en el norte), y seguir siendo igual, abusando del que está debajo de uno, hablando mal de los demás, aportando a la corrupción (infringiendo la ley) mientras se critica al político corrupto de turno, queriendo que las cosas a nuestro alrededor cambie pero sin cambiar nada nosotros...
No es una cuestión de religión, ni precisamente de fe, es una cuestión de la forma en la que se vive. Se trata de ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace.